Blog sobre Ángeles Marco, por María Silvestre

jueves, 26 de abril de 2018

A contratemps. Mig segle d'artistes valencianes, 1929-1980

Esta tarde se inagura en el IVAM la muestra colectiva A contratemps. Mig segle d'artistes valencianes, 1929-1980 - A contratiempo. Medio siglo de artistas valencianas (1929- 1980).

Como no podía dejar de ser, habrá una muestra de las obras germinales de Ángeles Marco, junto con obra de otras mujeres artistas, y también algunos hombres como Juana Francés, Eva Mus, Jacinta Gil, Ana Peters, Carmen Calvo, Isabel Oliver, Ángela García Codoñer, Victoria Civera i Juan Uslé, Cecilia Bartolomé, José J. Bartolomé, María Montes, Josep Lluís Seguí, Monika Buch, Miracles Lambert, Rosa Torres, Soledad Sevilla, Cristina Grau, Ana Torralva, Pepa García, Victoria García o María Dolores Casanova. 
 

L’IVAM presenta l’exposició A contratemps. Mig segle d’artistes valencianes (1929-1980) Nota prensa IVAM 23 April 2018

La Història de l'Art té nom de dona Nota prensa LEVANTE 26.04.2018

Per una història de l'art en femení Nota Prensa LEVANTE 14.04.2018


viernes, 30 de junio de 2017

Inauguración "De la Dialéctica Formal al Yo Soy, 1974-1992", EspaiVisor, Valencia

 

Román De La Calle y el galerísta Mira Bernabeu conversando horas antes de la inauguración,
 en la galería Espai Visor frente a la obra de Ángeles Marco

 













viernes, 9 de junio de 2017

El email de la memoria de Elena del Rivero

 
Con motivo de la proxima exposición individual de la obra de Ángeles Marco, su querida amiga Elena del Rivero, escribió un email a los galerístas de EspaiVisor, Miriam y Mira, y también en "copia" a mi misma, y que con su permirso, comparto. Es un escrito emotivo, reivindicativo, que sólo una mujer, una amiga íntima y una artista como Elena del Rivero, apasionada, valiente e inteligente, puede escribir. 
Con todo mi cariño hacia ti, por seguir cuidando de la obra de mi madre, de su memoria y de mi. Te comparto y te tengo presente, ojalá pudieras estar en Valencia para ver en directo los frutos de este encuentro con EspaiVisor, que sin duda hubiera colmado de alegría a mi madre. Gracias a la galería Espai Visor por tomar de nuevo de la mano a Ángeles Marco y dotarle de nueva vida.

  Ángeles Marco en su taller a finales de los años 70.


New York City, June 6th, 2017 
Miriam querida y Mira querido, 
Esta noticia me llena de alegría por y su obra, por María y también por la amistad que me unió con ella. Finalmente me alegro por vosotros: Ángeles es una GRAN artista española. Una artista de gran valía obviada en su propio país, SHAME!

Os hago unas reflexiones que estoy segura os serán de interés. Pongo en copia a María pues sé que le interesa todo sobre su madre.

El texto de Román es perfecto, de gran académico que es y justo,  pero la obra de Ángeles necesita, desde mi punto de vista, algo más. No se habla de ningún artista de nota español (y cremé que para mí Ángeles estaba a la misma altura, sino más, de los más grandes, aunque, desgraciadamente, no tuviera los contactos que tuvieron muchos de ellos, sus apoyos y ella carecía de "atrevimiento social") como de la escuela de Madrid, por ejemplo. Ángeles Marco era mucho más universal que todo lo que se ha hablado de ella, y sus raíces no estaban intelectualmente solo en Valencia. Sí habla Román de "círculos biográficos, "huellas", de "pistas personales" de "teatralidad" pues el la conocía bien y fue su amigo pero, para mí,  había más. Su obra no era solo formalista.

Además del sufrimiento personal e íntimo del que no ha lugar hablar, su hundimiento después de la última instalación en una galería de Madrid a principios de los 90 la remató. La crítica tildó la muestra, creo que en El País, de "Gabinete del doctor Cagliari" o algo así y fue devastadora. A raíz de este acontecimiento los apoyos desaparecieron; estaba muy sola, nunca levantó ya cabeza. Ella resplandeció solo de la mano de Manolo Montenegro, galerista – no dealer - sin igual, atento y próximo al estudio del artista, persona maravillosa y que emanaba un respeto hacia el/la artista digno de admiración. A él le fascinaba como era Ángeles y sobre todo, su obra. Muchas veces nos reunimos en mi casa de Madrid con Manolo, en la calle Fernando VI, donde se quedaba Ángeles a dormir, y cerca de su galería para tomar un algo y charlar. Se podía ver la sintonía que tenían.  Ángeles irradiaba felicidad. Con su muerte todo cambió. Ángeles era difícil de vender, su trabajo no era domésticable, querían piezas pequeñas y así se lo pedían y ella no sabía nadar en estas aguas turbulentas con la ambición intelectual que tenía. Su sufrimiento, in crescendo, solo lo aireaba en privado como lo difícil que era ser escuchada como mujer artista: esto es muy importante. Sí había una preocupación terrible por los materiales, y yo aprendí mucho de ella, y sí fue ella, quizás, también de las primeras en utilizar el caucho y las formas blandas, las lonas en la escultura en España. Cuando ella dice "Yo soy -yo soy" hay, evidentemente,  algo más que mero lenguaje.

No sin razón alguien a quien indagué en la presentación de  "My friends and other animals" sobre que había hecho Valencia por ella, me contestó: Uy Elena pero era tan difícil y antipática! porque lo que se esperaba de una mujer artista, entonces, además de buena obra era ser "nice", si no al rinchi! castigada. Y si eras "nice" podías pasar hasta con obra mediocre, o no? Un varón artista lo podía ser todo y más. En su obra Ángeles también habla de este aislamiento, vértigo y abismo emocional.   Sí utilizaba ciertos paradigmas del arte conceptual y del minimalismo americano sobre todo, pues le interesaba mucho, pero su propuesta no era un simple minimalismo o conceptualismo, en absoluto. Eso sería abaratar intelectualmente su obra. Es semejante a cuando le preguntaron a Agnes Martin si era minimalista y contestó: "en absoluto, soy expresionista, porque pinto lo que veo por las ventanas de mi estudio en el desierto."

El intento de la exposición "My friends and other aninals" que organicé en Madrid en septiembre pasado para Travesía Cuatro, era precisamente, entre otros temas, situar la obra de Ángeles en un contexto más universal y ampliar la lectura de su obra al hacerla dialogar, por ejemplo, con la de Esther Ferrer, Janice Guy e incluso con Coplans que no son formalistas y todos amigos. Alguien que la conoció bien que vino por Travesía Cuatro en septiembre cuando se inauguró la muestra comentó que la obra de Ángeles cobraba otro valor por encima del sabido con la muestra de "My friends...". Era un pendiente que tenía con Ángeles quien me había pedido cuando estaba ya enferma, que cuidara de su obra.

También pienso que hubiera sido interesante,  dar crédito, en plan anglosajón, a cómo se trabó este acontecimiento que ahora nos ocupa. Nuestras conversaciones en NYC desayunando, y vosotros, al principio, reacios diciéndome que no podíais coger más artistas hasta que no se fuera uno. Y luego después de pensarlo, finalmente accediendo. Estas conversaciones no hubieran ocurrido sin Travesía Cuatro haber accedido a la muestra que les propuse y haberla apoyado económicamente también. Pues la había propuesto a otra galería con anterioridad y no me dieron el visto bueno para hacerla. El trabajo de Travesía Cuatro merece reconocimiento, es la comunidad la que agradece algo, circunstancias tan infrecuentes en la individualista España.

Para crear historia hay que echar mano de estos detalles, de cómo entre amigos se crea y cuecen cosas: porque añade valor histórico a lo que tenemos entremanos.  

También es curioso, a mi modo ver, como después de la muerte de Ángeles, es en Madrid, donde se ve su obra por primera vez en una galería comercial y en, Madrid, precisamente, habiendo transcurrido más de 30 años desde la última que hizo Ángeles con piezas que tú ahora presentas en Valencia por primera vez. Como te dije antes, yo propuse esta misma muestra de "My friends…" anteriormente sin éxito, y nadie habló de Ángeles en los años que trascurrieron desde entonces.   Yo creo que la historia de como suceden las cosas en lugar de restar, enriquece el discurso y suma. Los avatares de la vida son ventanas por las que se cuela también la historia de la crítica. En este caso que nos ocupa Travesía Cuatro ha sido intrumento importante en poner el punto sobre la “I” en este discurso. Se lo tenemos que agradecer en nombre de Ángeles. 

Dore Ashton  decía que la crítica debe estar inmersa en la literatura, en la filosofía, alusiones históricas, y experiencias personales… y los mejores artistas, también, son aquellos capaces de canalizar experiencias personales y condicionantes históricos de su época.

Gracias por haber tomado el hilo conductor.  Me alegra tanto que seáis vosotros y en Valencia. Sois la mejor galería para llevar a cabo este  trabajo minucioso que requiere este tipo de obra como la de Ángeles, Mira prestando tanta atención al detalle y el archivo, tan preciso y Miriam con su apoyo sigiloso y amoroso. Además para María es más sencillo todo cerca de casa: todo parece estar bien aspectado y estoy feliz. Al pensar en vosotros como casa que sois para la obra de Ángeles, pienso que ella hubiera sido feliz también vosotros como lo fue con Manolo Montenegro. ¡Ojalá llevéis su trabajo muy lejos y lo podamos celebrar juntos en Valencia con una paellita!

Os deseo un exitoso opening. Siento tanto no poder estar allí con vosotros. Gracias María, también a ti, por tu trabajo y por lo que he aprendido de ti en estos últimos tiempos sobre la vida.
 
Elena del Rivero